EL CINE EN LYON
Los inventores del cinematógrafo fueron los hermanos Auguste Marie Louis Nicolas Lumière y Louis Jean Lumière. Aunque ambos nacieron en la ciudad francesa de Besançon, crecieron en Lyon, en donde su padre trabajaba como fotógrafo.
Debido a su cercanía al mundo de la fotografía, pronto comenzaron a investigar cómo obtener imágenes en movimiento. Lo consiguieron en 1895, cuando patentaron el cinematógrafo y rodaron la primera película de la historia: La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir (La salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir).
El 28 de diciembre de 1895 se llevó a cabo la primera exhibición comercial, donde además de la salida de los obreros, se presentaron Llegada de un tren a la estación de la Ciotat y El regador regado. Esta última contaba con un intérprete, el jardinero de los hermanos Lumière, que se convirtió en el primer actor pagado de la historia.
Los hermanos Lumière nunca creyeron que el cinematógrafo llegaría a tener la importancia que años más tarde tendría, aunque sí supieron aprovechar el momento enviando el aparato allá donde fuera requerido para filmar importantes acontecimientos. Pese a ello, su poca fe en las posibilidades comerciales de su invento y el interés que ambos mostraban por la ciencia, hicieron que al final acabaran abandonando la producción cinematográfica.
El Instituto Lumière
El legado de los Lumière ha quedado recogido en el Instituto Lumière, una institución con sede en la casa de la familia, que fue creada en 1982.
El Instituto alberga un museo y una sala de proyecciones. En el museo se conservan 1405 películas originales, cámaras y otros objetos, mientras que en la sala de proyecciones (Hangar de la primera película) se ofrecen sesiones de cine diarias, además de ciclos temáticos, retrospectivas, etc.
Foto: Pierrecol