HISTORIA DE LYON

Antigüedad

Los orígenes de Lyon están en la antigua Lugdunum, ciudad romana fundada en el año 43 a.C. en la colina de la Fourvière.

Pronto se convirtió en la capital de la Galia, debido a su excelente ubicación geográfica y a la proximidad a dos ríos navegables.

Después de años de gran prosperidad, la ciudad comenzó su declive en el siglo III, cuando perdió su condición de capital en favor de Tréveris.

Edad Media

En el año 843 y por el Tratado de Verdún, la ciudad quedó incluida en el territorio de Lotario I, uno de los nietos de Carlomagno. Años más tarde, tras la división de este reino, pasó a formar parte del Reino de Arlés y en el siglo XIV quedó bajo dominio francés.

Durante la Guerra de los Cien Años (1337-1453), comenzó un nuevo resurgir, debido al apoyo de la ciudad a los reyes franceses y a la cercanía con Italia.

El siglo XVI supuso para Lyon una época de gran prosperidad. A la llegada de banqueros florentinos a la ciudad y el auge comercial, se añadió el fuerte impulso de las industrias de la seda y la imprenta. En esos años se construyeron muchos de los bellos edificios renacentistas de la zona monumental.

A finales del siglo XVI las Guerras de Religión que sacudieron a Francia, unidas a las revueltas provocadas por el descontento de las clases más desfavorecidas, provocaron un declive del que la ciudad ya no se recuperó.

Edad contemporánea

Durante la Revolución Francesa Lyon se puso de parte de los girondinos, grupo contrario a los revolucionarios jacobinos. Por ello, en 1793 estuvo sitiada durante dos meses hasta su rendición.

Aunque durante el sitio algunos edificios fueron destruídos, años más tarde Napoleón mandó que se reconstruyeran.

En el siglo XIX Lyon se transformó en una importante ciudad industrial gracias a la seda y miles de personas llegaron a trabajar en los talleres textiles. A pesar de la aparente prosperidad, las malas condiciones de trabajo hicieron que los canuts, como se conocía a estos trabajadores, protagonizaran tres revueltas, que tuvieron lugar en 1831, en 1834 y en 1848. La revuelta de 1831 está considerada como uno de los primeros levantamientos de trabajadores y pionera en el uso de la bandera negra como símbolo anarquista de protesta.

En este siglo se construyó el primer funicular del mundo, que unía la ciudad con la Croix-Rousse.

Siglo XX

Durante la Segunda Guerra Mundial Lyon estuvo ocupada por el ejército alemán y se convirtió en un fuerte núcleo de la resistencia. Los traboules, pasadizos típicos de la ciudad que discurren entre patios y edificios, sirvieron en muchas ocasiones a la población para huir de la Gestapo.

El 3 de septiembre de 1944 las fuerzas aliadas liberaron Lyon.

En la actualidad y para no olvidar estos hechos pasados, la antigua sede de la Gestapo acoge el Centro de Historia de la Resistencia y la Deportación.